PEDIATRÍA. Dra. Raquel Ramos
Una guía sencilla para acompañar el proceso natural de cicatrización
Cuando nace un bebé, no solo comienza una nueva vida… también empieza un pequeño proceso de cierre: el del cordón umbilical.
Durante el embarazo, ese cordón ha sido el puente vital que unía a tu bebé con la placenta. A través de él llegaban el oxígeno, los nutrientes y todo lo necesario para crecer dentro del útero.
Pero una vez que nace, el cordón ya no es necesario, y su cuidado en los primeros días es clave para que cicatrice bien y sin complicaciones.
🍼 ¿Qué es exactamente el cordón umbilical?
Es una estructura tubular que conecta el ombligo del feto con la placenta de la madre.
En su interior hay vasos sanguíneos que durante el embarazo permiten el intercambio de nutrientes, oxígeno y sustancias entre la madre y el bebé.
Al nacer, este cordón se pinza y se corta con material estéril. Lo hace el personal sanitario en el momento del parto.
Lo que queda unido al ombligo del bebé es un pequeño muñón, que irá secándose y cayendo de forma natural entre los 5 y 15 días de vida.
🧼 ¿Cómo cuidar el cordón umbilical en casa?
Hoy sabemos que menos es más. En países donde hay buenas condiciones higiénicas, no hace falta aplicar antisépticos o antibióticos.
De hecho, usarlos puede retrasar la caída del cordón. Por eso, la recomendación actual es sencilla y respetuosa con el proceso natural del cuerpo.
Aquí te dejamos una guía práctica:
🔹 ¿QUÉ ES EL CORDÓN UMBILICAL?
🔸 Estructura que conecta al bebé con la placenta durante el embarazo.
🔸 Transporta oxígeno y nutrientes al feto.
🔸 Al nacer, se pinza, se corta y comienza a secarse.
🔸 Se desprende de forma natural entre el día 5 y 15 de vida.
🔹 CUIDADO BÁSICO DEL OMBLIGO
✅ Lávate bien las manos antes de tocar la zona del ombligo.
✅ Limpia el cordón con agua tibia y jabón neutro una vez al día, o si se ensucia.
✅ Sécalo bien, sin frotar. Puedes ayudarte con una gasa limpia.
✅ No cubras el ombligo con el pañal, déjalo por fuera para que respire mejor.
✅ Si usas gasa, que esté seca y limpia, y cámbiala en cada cambio de pañal.
✅ Cambia el pañal con frecuencia para evitar que la humedad y las bacterias se acumulen.
🚩 ¿Cuándo consultar?
Hay señales que pueden indicar una pequeña complicación. Si observas alguno de estos signos, consulta con tu pediatra:
⏳ Si el cordón no se cae después de los 15 días de vida
💛 Acompañar lo natural, sin interferir
El cordón es el primer proceso de “soltar” que vive un recién nacido. Su caída no necesita productos especiales, ni fórmulas mágicas.
Solo limpieza, aire, atención y paciencia.
El cuerpo sabe. El bebé también. Y tú estás ahí para acompañarlo.
Lo que sentís es normal. Lo que vivís es intenso. No estás sola. No estás solo.
🌙 El cambio más grande de tu vida
💥 Hormonas, emociones y confusión
🤍 La necesidad de ayuda (aunque cueste pedirla)
🫶 Nadie nace sabiendo ser madre o padre
Podríamos empezar esta entrada hablándote de lo precioso que es tu bebé.
De lo mágico que es su olor, su mirada, su cuerpito suave y perfecto. Y todo eso es verdad.
Pero también quiero contarte algo que a mí no me contaron. Y que quizás a ti tampoco.
Los primeros días con tu bebé pueden ser maravillosos… y también pueden ser muy, muy duros.
🌙 El cambio más grande de tu vida
De repente estás en casa. Con tu bebé.
Y todo cambia.
Tus horarios, tus emociones, tu cuerpo, tu vínculo con tu pareja, tu percepción del mundo.
No sabes qué hora es, ni cuándo comiste por última vez, ni si lo estás haciendo bien.
Y quizás nadie te ha preparado para ese nivel de intensidad.
Y eso no te hace menos madre. Ni menos padre. Te hace humano.
💥 Hormonas, emociones y confusión
Después del parto (vaginal o cesárea), tu cuerpo entra en un proceso de reajuste brutal.
Tu útero se contrae, tus pechos cambian, tus hormonas se desordenan.
Una montaña rusa interna que te hace llorar sin motivo o sentirte sobrepasada cuando pensabas que estarías feliz.
¿Y si además la lactancia no fluye como pensabas? ¿O el bebé llora más de lo que imaginabas? ¿O no duermes nada desde hace días?
Todo eso es normal. Y no se habla lo suficiente.
🤍 La necesidad de ayuda (aunque cueste pedirla)
No, no tienes que poder con todo.
Pedir ayuda no es fallar. Es un acto de amor.
En estos días, lo más importante es que tú puedas estar disponible emocionalmente para tu bebé.
Y para eso, necesitas que te cuiden a ti también.
✔️ Que cuiden al hermanito mayor un rato
Tu única tarea ahora es vincularte con tu bebé. Darle tu presencia. No hace falta hacer más.
🫶 Nadie nace sabiendo ser madre o padre
Hay muchas cosas que no se aprenden en los cursos de preparación al parto:
Que vas a sentir miedo, aunque hayas leído mil libros
Que vas a dudar de ti cada vez que tu bebé llore
Que quizás te preguntes: “¿Dónde quedó mi vida anterior?”
Que vas a necesitar tiempo para conectar, y eso también está bien
Todo eso es parte del proceso. No te hace mala madre. Te hace madre en construcción.
💛 El vínculo se construye, no se impone
No siempre se siente amor a primera vista. A veces, el vínculo se construye cada día, en cada mirada, en cada gesto.
No todas las experiencias son iguales. Y eso está bien.
El apego no es perfección. Es presencia. Es sostener. Es volver a estar, una y otra vez.
🤍 Rodearte de tribu
Hay una frase que dice “para criar a un hijo hace falta una aldea”.
Y es verdad.
Busca tu aldea. Crea tu red.
Aunque sea una amiga que te escuche, una matrona que te acompañe, un grupo de lactancia, una profesional que te sostenga.
No tienes que hacerlo sola. No es lo natural. No es lo justo.
✨ Lo más importante ahora
📌 Cuida tu descanso
📌 Come lo mejor que puedas (aunque sea simple)
📌 Acepta ayuda
📌 Llora si lo necesitas
📌 Mírate con ternura
📌 No te exijas estar bien todo el tiempo
📌 Recuerda que todo esto pasa… y que no volverá a repetirse igual
Esto que sientes no es debilidad. Es sensibilidad. Es instinto. Es amor.
Y también es el momento de dejarte cuidar tú.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Lo que nadie te contó (y deberías saber para no volverte loca/o en el intento)
“Duermen todo el día”
“Déjalo que llore, así se acostumbra”
“Si lo mantienes despierto durante el día, dormirá toda la noche”
🎯 Spoiler: ninguno de estos consejos es cierto.
Y si alguna vez pensaste que tu bebé “duerme mal”, probablemente lo que duerme es... como un bebé. Y dormir com oun bebé no es sinónimo de que duerma del tirón toda la noche.
🧠 ¿Cómo duerme un recién nacido?
Hoy quiero hablarte como si estuviéramos tomando un café, sin juicios y sin idealizaciones. Para contarte lo que es normal en el sueño de tu bebé recién nacido, y por qué entender esto te puede cambiar la experiencia de la maternidad o paternidad.
🧠 ¿Cómo duerme un recién nacido?
Tu bebé no tiene idea de que es de día o de noche. Literal.
Y hay una razón biológica: su núcleo supraquiasmático (el “reloj biológico”) todavía no está maduro. Eso significa que no produce melatonina y que su cuerpo no distingue entre oscuridad y luz como lo hace el tuyo.
Por eso, sus horas de sueño están distribuidas a lo largo de las 24 horas, sin seguir un patrón predecible. Esto es completamente normal en los primeros 2-3 meses de vida.
🔁 Ritmo ultradiano: ciclos más cortos que los tuyos
Los adultos tenemos ciclos de sueño de unos 90 minutos.
Los recién nacidos, en cambio, duermen en ciclos de 50-60 minutos, alternando entre sueño activo (similar al REM) y sueño tranquilo. A este patrón se le llama ritmo ultradiano.
Por eso:
🤱 Sueño y alimentación: un combo inseparable
Tu bebé tiene un estómago del tamaño de una cereza.
Por eso necesita alimentarse cada 2-3 horas, incluso de noche. Esto afecta directamente a su sueño y a tus noches. No es un error.Es supervivencia. Y nunca mejor dicho.
El sueño del recién nacido no es superficial por error, ni los despertares constantes son un “fallo del sistema”.
Todo lo contrario: es una estrategia profundamente sabia y biológica para mantenerse con vida.
Los bebés no caen en un sueño profundo durante largos períodos porque necesitan comprobar que mamá (o su figura principal de apego) sigue cerca.
Cada pequeño despertar, cada movimiento, cada quejido o “reclamo” es su forma de decir:
👉 “¿Estás ahí? ¿Sigo seguro?”
Y esa necesidad no es un capricho. Es pura biología.
En realidad, lo que el bebé está haciendo es activar su sistema de apego, ese que evolutivamente ha garantizado que la cría humana —tan dependiente y vulnerable— sobreviva en un mundo que aún no entiende.
Porque sí: ese bebé depende al 300% de ti. De tu calor, tu olor, tu voz, tu mirada, tu presencia.
Desde esta mirada, sus despertares no son interrupciones: son mecanismos de protección.
Y tú no estás fallando si se despierta muchas veces.
Tú estás ahí, sosteniendo un proceso profundamente humano: el de cuidar, contener y amar a quien aún no sabe lo que es la noche, el reloj ni la independencia.
🌍 Exterogestación: el “cuarto trimestre”
Los primeros tres meses después del nacimiento se consideran una especie de “embarazo fuera del útero”.
Es decir: tu bebé aún necesita estar en un entorno parecido al que tenía dentro de ti.
¿Qué le ayuda a dormir mejor?
Movimiento suave (porteo, brazos, contacto)
Sonidos graves y rítmicos
Piel con piel
Voz conocida
Olor materno
Todo esto no es “malcriar”. Es darle lo que su sistema necesita para madurar poco a poco.
💭 Mitos comunes sobre el sueño del bebé (y sus realidades)
❌ “Déjalo llorar, que se acostumbre”
✅ Llorar eleva el cortisol. En esta etapa, el bebé necesita que regules su sistema con tu presencia y contacto.
❌ “Si lo mantienes despierto durante el día, dormirá mejor de noche”
✅ Un bebé sobrecansado duerme peor, se desregula más y tiene más despertares nocturnos.
❌ “Si no duerme solo en su cuna, no aprenderá nunca”
✅ El sueño autónomo es un proceso madurativo, no una enseñanza. No se entrena. Se acompaña.
🧸 ¿Y qué es “normal” en su sueño?
✔️ Que se despierte cada 2-3 horas
✔️ Que no tenga horarios fijos
✔️ Que solo quiera dormir en brazos
✔️ Que haga ruiditos dormido
✔️ Que duerma mejor si está cerca de ti
No está mal. Está siendo un bebé.
💡 Consejos realistas para sobrevivir al sueño del recién nacido
Duerme cuando puedas (sí, aunque suene obvio)
Busca apoyo real para las tareas del hogar
No compares a tu bebé con otros
Confía en tu instinto
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Comprendiendo el lenguaje de tu recién nacido
Como madre o padre, es natural que el llanto de tu bebé despierte en ti una serie de emociones: preocupación, ansiedad, e incluso, en ocasiones, frustración. Es importante entender que, para un recién nacido, el llanto es su principal herramienta de comunicación. A través de él, expresa sus necesidades y busca tu atención y cuidado.
Llorar es la primera forma que tiene tu bebé de contarte lo que necesita.
Es su idioma original. Su código. Su manera de decirte: “Estoy aquí. Te necesito.”
Y aunque a veces duela, incomode o desborde… ese llanto no es manipulación.
Es comunicación pura. Instintiva. Vital.
🧠 ¿Sabías que tu bebé no puede calmarse solo?
No porque “no quiera” o “te esté tomando el pelo”.
Sino porque su cerebro todavía no ha desarrollado las funciones necesarias para regular sus emociones por sí solo.
Y ahí entras tú.
🤲 Tú, con tu contacto y tu presencia, ayudas a regular su cerebro y sus emociones
Este es el punto clave.
Cuando sostienes a tu bebé, cuando lo abrazas, cuando lo acunas, no solo lo calmas: estás ayudando a su cerebro a construir sus propios circuitos de regulación emocional.
👉 El llanto activa su sistema de alerta.
👉 Tu presencia activa su sistema de seguridad.
👉 Tus brazos, tu voz, tu olor, tu calma… son el regulador externo que él necesita, hasta que pueda hacerlo por sí mismo.
💡 Esto no es teoría. Es neurobiología.
La calma del adulto “se contagia” al bebé. Literalmente.
Tu bebé no aprende a autorregularse porque le digas “tranquilo” desde lejos,
sino porque le prestas tu sistema nervioso hasta que el suyo madure.
💭 Mitos que necesitamos desmontar (¡ya!)
❌ “Te está manipulando”
✅ No tiene la capacidad neurológica para manipular. Llora porque necesita algo.
❌ “Déjale llorar, se tiene que acostumbrar”
✅ Llorar sin consuelo genera más cortisol (la hormona del estrés) y afecta su desarrollo emocional.
❌ “Si lo coges en brazos, se va a malacostumbrar”
✅ Los brazos no malacostumbran. Regulan. Contienen. Aseguran. Construyen vínculo.
Desmitificando la manipulación
Es común escuchar afirmaciones como "No lo cojas tanto en brazos, se va a acostumbrar" o "Te está manipulando con su llanto". Sin embargo, es fundamental comprender que un bebé no posee la capacidad cognitiva para manipular. Su llanto es una respuesta instintiva para comunicar una necesidad o malestar. Atenderlo no significa malcriarlo, sino responder de manera sensible a sus requerimientos, lo cual es esencial para su desarrollo emocional y físico.
🤱 ¿Y qué puede estar diciéndote tu bebé cuando llora?
Los motivos más comunes por los que un bebé llora incluyen:
Aunque no puedas identificar con exactitud el motivo cada vez, tu sola presencia ya es una respuesta potente.
🧸 Cosas que ayudan (más que mil trucos)
💛 Lo estás haciendo bien
Aunque tu bebé siga llorando.
Aunque no sepas por qué.
Aunque a veces también te den ganas de llorar.
Estás ahí. Y eso vale más que cualquier manual.
Tu presencia calma, regula y transforma
✨ El llanto no es un problema a resolver. Es una necesidad a acompañar.
Tu bebé no te está poniendo a prueba. Está confiando en ti.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Descubriendo los beneficios físicos y emocionales del porteo para el bebé y la madre
Si hay una imagen que resume lo que un bebé necesita en sus primeros meses de vida, es esta: un cuerpo cerca. Un latido. Un abrazo constante.
El porteo no es una moda ni una técnica moderna. Es una práctica ancestral, instintiva, profundamente biológica, que nos recuerda que el cuerpo de una madre o de un cuidador es el mejor lugar del mundo para un recién nacido.
Y sí: ese abrazo alimenta mucho más que el cuerpo.
🧠 ¿Por qué el porteo calma?
Porque tu bebé acaba de nacer… pero todavía no ha terminado de “llegar al mundo”.
Está en lo que llamamos exterogestación, los primeros tres meses en los que su sistema nervioso, su digestión, su piel y su cerebro aún están inmaduros y necesitan el entorno cálido y protector del cuerpo que ya conocen: el tuyo.
El porteo imita ese útero que dejaban atrás:
Todo esto activa su sistema de calma y regulación, y desactiva el sistema de alerta.
🌿 Beneficios físicos del porteo
🟢 Favorece el desarrollo postural y musculoesquelético
Cuando se hace con un portabebés ergonómico y bien colocado, el porteo favorece la posición fisiológica del bebé: espalda en forma de “C”, piernas en “M” (rodillas por encima de las caderas). Esta postura respeta la inmadurez natural de su columna y caderas, previene la displasia de cadera y permite que la musculatura se desarrolle con armonía.
Al estar contenido y en movimiento, el bebé estimula su tono muscular de forma suave y progresiva, sin esfuerzos innecesarios.
🟢 Regula funciones fisiológicas: temperatura, ritmo cardíaco y respiración
El cuerpo adulto funciona como un termorregulador natural para el bebé. Porteado, su temperatura se estabiliza, su respiración se vuelve más regular, y el ritmo cardíaco se sincroniza con el de quien lo lleva.
En bebés prematuros o con bajo peso, el contacto cercano (porteo canguro) ha demostrado beneficios médicos reales: mejora del crecimiento, reducción del llanto y mejoría en la saturación de oxígeno【HealthyChildren.org】.
🟢 Alivia molestias digestivas y cólicos
El porteo en posición vertical, con el vientre del bebé apoyado sobre el pecho del adulto, favorece la digestión, el tránsito intestinal y la expulsión de gases. El calor, el contacto y el suave balanceo ayudan a reducir la incomodidad de los famosos cólicos del lactante.
💛 Beneficios emocionales y de apego
🟡 Fortalece el vínculo madre-bebé (o cuidador principal)
El contacto continuado favorece la liberación de oxitocina, la hormona del amor y del apego. Esta hormona actúa tanto en el bebé como en el adulto, promoviendo el vínculo afectivo, aumentando la empatía, el deseo de cuidar y la sensación de bienestar.
Porteando, la mirada está cerca, las manos se rozan, las caricias fluyen sin esfuerzo. El cuerpo acompaña antes que las palabras.
🟡Ayuda a la regulación emocional del bebé
Como ya exploramos al hablar del llanto, el bebé no puede calmarse solo. Su sistema nervioso inmaduro necesita de otro sistema nervioso regulado para encontrar calma.
👉 Cuando porteas a tu bebé, le prestas tu autorregulación.
👉 Tu calor, tu respiración, tu tono muscular, tu olor… le dicen que todo está bien.
Esta experiencia repetida es la que le permite, con el tiempo, aprender a regularse por sí mismo. El porteo, así, se convierte en un pilar de su desarrollo emocional.
🟡 Disminuye el llanto
Estudios han demostrado que los bebés porteados lloran menos que los que pasan más tiempo en cuna o alejados del cuerpo del adulto【AEPED, 2021】. No porque no tengan necesidades, sino porque estas son satisfechas más rápido: hambre, incomodidad, miedo, frío… todo se detecta antes, todo se resuelve antes.
🧘 Beneficios para la madre (y el cuidador principal)
🟠 Aumenta la confianza
Porteando, sientes a tu bebé. Lo escuchas, lo hueles, lo observas sin esfuerzo. Esto fortalece tu instinto y tu capacidad de leer sus señales, algo fundamental para una crianza conectada.
Muchas madres expresan que, al portear, se sienten más seguras, más empoderadas, más cerca de su hijo.
🟠 Mejora el bienestar emocional
El porteo reduce el riesgo de depresión posparto, no solo por el aumento de oxitocina, sino porque te permite moverte, vincularte, salir de casa, sentirte más autónoma. Y eso, en los primeros meses, es oro.
🟠 Da libertad (sin soltar el contacto)
Sí, tener a tu bebé en brazos puede ser lo más hermoso del mundo. Pero también puede ser agotador.
El porteo te da la posibilidad de tenerlo contigo… mientras cocinas, caminas, juegas con el hermano mayor o simplemente haces cosas que también son importantes para ti.
🌿 Beneficios físicos del porteo
💛 Beneficios emocionales y de apego
🧘 Beneficios para la madre (y el cuidador principal)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Cómo las primeras exposiciones moldean el ecosistema interno de tu bebé
La microbiota materna: una herencia antes del nacimiento
Durante mucho tiempo, se creyó que el útero era un ambiente estéril y que el bebé adquiría su primera microbiota al nacer. Sin embargo, investigaciones recientes han desafiado esta idea. Se ha descubierto que la placenta alberga su propia microbiota, similar a la microbiota oral de la madre. Esto sugiere que el feto está expuesto a microorganismos incluso antes de nacer, lo que podría influir en su desarrollo inmunológico y metabólico.
🍼 Parto y lactancia: influencias clave en la microbiota inicial
El tipo de parto y la alimentación en los primeros meses son determinantes en la composición de la microbiota del bebé:
Parto vaginal: Durante el paso por el canal de parto, el bebé entra en contacto con la microbiota vaginal y fecal de la madre, lo que facilita una colonización inicial rica en Lactobacillus y Bifidobacterium, bacterias beneficiosas para la salud intestinal.
Cesárea: En nacimientos por cesárea, esta transmisión se ve alterada. La microbiota inicial del bebé se asemeja más a la de la piel y al entorno hospitalario. Sin embargo, estudios indican que la lactancia materna exclusiva puede modificar y enriquecer la microbiota de estos bebés, acercándola a la de aquellos nacidos por parto vaginal.
La leche materna no solo aporta nutrientes esenciales, sino también probióticos y prebióticos que promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino del bebé.
🧬 Programación metabólica: la huella de la microbiota temprana
La composición de la microbiota en los primeros años de vida tiene un impacto duradero en la salud. Este fenómeno, conocido como programación metabólica, implica que las interacciones tempranas con microorganismos pueden influir en:
Desarrollo del sistema inmunológico: Una microbiota diversa y equilibrada ayuda a entrenar al sistema inmunológico, reduciendo el riesgo de alergias y enfermedades autoinmunes.
Metabolismo energético: Las bacterias intestinales participan en la digestión y absorción de nutrientes, influyendo en el riesgo de desarrollar obesidad y trastornos metabólicos en el futuro.
Microbiota y predisposición a enfermedades
La microbiota intestinal no es solo una colección de bacterias: es un órgano funcional que participa en la inmunidad, la digestión, la inflamación, el metabolismo y hasta el estado de ánimo. Cuando este ecosistema se altera —lo que se conoce como disbiosis—, el equilibrio se rompe, y el cuerpo entero lo siente.
Esta disbiosis se ha relacionado con múltiples enfermedades, tanto en la infancia como en la vida adulta:
- En la infancia: más infecciones, más inflamación, más alergias
Durante los primeros años de vida, el sistema inmunológico del niño está madurando, y la microbiota cumple un rol clave como “entrenadora”. Una microbiota rica, diversa y bien regulada ayuda a educar al sistema inmune para distinguir entre lo que es una amenaza y lo que no lo es.
Cuando esta microbiota es pobre o disfuncional, aparecen los desequilibrios y se hacen más frecuentes:
- En la edad adulta: la huella continúa
La disbiosis que se origina en los primeros años puede dejar una huella epigenética y metabólica que influye en la salud futura. Entre las patologías más asociadas a una microbiota alterada en la adultez encontramos:
En resumen
Una microbiota sana en la infancia no solo ayuda a prevenir infecciones y alergias ahora… también siembra salud para el adulto que ese niño llegará a ser.
El modo de nacimiento, el tipo de alimentación, el uso innecesario de antibióticos y el entorno en el que crece el niño son factores que podemos cuidar para favorecer el desarrollo de una microbiota fuerte, diversa y equilibrada.
Y sí: la salud empieza en el intestino. Pero no se queda allí. Se expande a todo el cuerpo. Y a toda la vida.
📚 Bibliografía seleccionada
Porque sí, es amor… pero también puede doler. Y no siempre es como en las fotos.
Podríamos hablar de todos los beneficios de la lactancia:
De cómo está diseñada a medida para tu bebé.
De su papel en la microbiota, en el sistema inmune, en el apego, en la salud emocional y física.
Y sí, todo eso es verdad. Es real. Y es mágico.
Pero hoy no vengo a hablarte solo de lo bonito.
Hoy quiero hablarte también de lo difícil. Lo invisible. Lo que muchas callamos.
🤍 Porque la lactancia, como la maternidad, no siempre es como la imaginabas
Hay madres que conectan desde el primer segundo.
Y hay otras que sienten dolor, miedo, frustración, incluso rechazo.
Hay bebés que se enganchan con facilidad.
Y otros que lloran, que no sueltan el pecho nunca, o que no parecen conformarse con nada.
Y en todo ese caos, hay una madre que se pregunta:
¿Lo estaré haciendo bien? ¿Esto es normal? ¿Por qué nadie me contó esto?
💭 ¿Por qué lo bonito no siempre es fácil?
Porque la lactancia no es solo un acto físico.
Es un vínculo emocional, hormonal, corporal y mental.
Y porque muchas veces llegamos a ella sin preparación real, sin red, sin descanso, con miedo al juicio o con heridas que aún no supimos nombrar.
Y eso pesa. Y eso influye.
Y no te hace menos madre sentirlo así.
Lo bonito
Sí, es maravilloso ver cómo tu cuerpo alimenta a tu hijo.
Ver cómo se calma solo con sentirte cerca.
Cómo te busca con su boca, con sus manos, con su olfato.
Cómo respira al ritmo de tu pecho.
Cómo su sistema se regula cuando lo abrazas piel con piel.
Ese pequeño acto que parece tan simple…
es uno de los vínculos más poderosos que existen.
Lo difícil
Pero también están los pezones agrietados.
Las dudas constantes: ¿come suficiente? ¿me baja bien la leche? ¿cada cuánto debería darle?
La presión social: “Otra vez en la teta”, “le estás malacostumbrando”.
El miedo a volver al trabajo y no saber cómo sostener la lactancia.
El cansancio.
La soledad.
Y muchas veces, el llanto (el tuyo) en silencio, porque no se supone que esto debería doler… ¿no?
Lo que nadie te dice (o casi nadie)
Que es normal tener que aprender. Tú y tu bebé.
Que hay consultoras de lactancia que pueden ayudarte.
Que puedes sentir que no puedes más… y aún así seguir.
Que si no puedes o decides dejarlo, sigues siendo una buena madre.
Que no es blanco o negro: hay muchos caminos intermedios.
Que dar teta no es solo dar leche. Es dar refugio, cuerpo, presencia.
Y que recibir apoyo lo cambia todo.
🌿 Si estás lactando, o lo intentaste, o lo intentas cada día…
Quiero decirte esto:
Eres valiente. Eres suficiente. Y lo estás haciendo bien.
Aunque duela. Aunque llores. Aunque dudes.
La lactancia no necesita ser perfecta. Solo necesita ser acompañada.
Con mirada amorosa. Con brazos disponibles. Con escucha sincera.
Bibliografía breve
Claves reales para comenzar, sostener y no sentirte sola
🌸 1. Lo más importante: tú y tu bebé estáis aprendiendo
Aunque la lactancia es natural, no siempre es intuitiva.
Tu bebé no “nace sabiendo”, y tú tampoco “tienes que saber hacerlo todo”.
La lactancia se aprende en la práctica, en el cuerpo, en la paciencia y en la compañía.
🗣 Repite esto si hace falta: "No es que no sepa. Es que estoy aprendiendo."
🧭 2. Señales de hambre (antes del llanto)
Aprender a identificar las señales tempranas de hambre te ayudará a anticiparte:
Movimientos de succión con la boca
Se chupa las manos o se las lleva a la boca
Gira la cabeza buscando el pecho
Se muestra inquieto o hace ruiditos suaves
💡 El llanto es una señal tardía de hambre. No es ideal esperar a que llegue ese punto.
🛌 3. La postura importa (¡y mucho!)
Una mala postura puede provocar dolor, grietas o que el bebé no succione bien.
Busca una postura en la que tú estés cómoda, y verifica:
✅ El bebé está de frente a ti (barriga con barriga)
✅ Su cabeza y cuerpo están alineados
✅ Su nariz está a la altura de tu pezón
✅ Abre bien la boca y toma parte de la areola (no solo el pezón)
⏳ 4. ¿Cada cuánto debe mamar?
👉 A demanda. Sin reloj.
En los primeros días puede pedir entre 8 y 12 veces al día (¡o más!).
Algunos maman seguido por la noche, otros hacen “tomas maratón” por la tarde.
Todo eso es normal.
El pecho no es solo alimento. También es consuelo, regulación, vínculo.
💧 5. ¿Cómo saber si está comiendo bien?
🔹 Tiene al menos 6 pañales mojados al día
🔹 Hace caca blanda y amarillenta (a partir del 4°-5° día)
🔹 Está activo, alerta en los periodos de vigilia
🔹 Gana peso progresivamente según su curva
🧡 6. Cuida también de ti
🌿 Come, hidrátate, duerme cuando puedas
🌿 Pide ayuda para lo demás (no para dar la teta)
🌿 Rodeate de gente que te apoye, no que te juzgue
🌿 Si algo duele o no fluye, busca acompañamiento
🫶 No tienes que hacerlo sola. No es natural que una madre críe sin tribu.
🧭 7. ¿Dónde buscar ayuda?
🔸 Asesoras y consultoras de lactancia certificadas IBCLC
🔸 Grupos de apoyo presenciales o virtuales (asociaciones como La Liga de la Leche, Multilacta, Alma Lactancia, etc.)
🔸 Matronas especializadas en lactancia
🔸 Pediatras con formación actualizada en lactancia
🔸 Tu red personal: una madre que ya ha pasado por esto, una doula, una compañera sincera
🌈 8. Y si no puedes… o no quieres
La lactancia es una parte de la maternidad. No es TODA la maternidad.
Si necesitas complementarla o dejarla, hazlo con consciencia, con cariño, y sin culpa.
Lo importante es que tú estés bien, que tu bebé esté bien, y que el vínculo esté lleno de presencia amorosa.
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